La infoxicación y nuestros propios miedos nos bloquean, impidiendo a veces que seamos auténticos.
Cuando te interesas por un tema, sea cual sea, al final casi siempre llegas a una misma conclusión: ¿donde dejaste tu sentido común? Ese que te ha ayudado en innumerables ocasiones a resolver diversas situaciones, y que cuando pierdes el control, pierdes también su inestimable ayuda.
Al hablar de educar a tus hij@s, la palabra ACOMPAÑAR toma un protagonismo especial, un compañero de viaje, es siempre un bastón en el que te apoyas, tanto en los buenos como en los malos momentos. Siempre está ahí, y nunca molesta. Forma parte del kit del caminante.
La educación es un camino muy curioso, en el que todos lo hemos comenzado como aprendices, y cada uno ha llevado su bastón, o su kit de herramientas para el camino, y las posibles dificultades que nos podemos encontrar en el mismo.
Como animales de imitación que somos, sin darnos cuenta repetimos conductas aprendidas de nuestros modelos, padres, profesores o personas cercanas a nosotr@s que de alguna manera nos marcan el Norte de nuestro camino.
Sin casi darnos cuenta, y sobre todo actualmente por el ritmo de vida frenético, que de algún modo u otro hemos elegido vivir, sin darnos cuenta perdemos el protagonismo del camino, dando paso a nuevos caminos que comienzan nuestros hij@s, teniendo la posibilidad de ser luces o bastones de los mismo…
Me dá la sensación que sin querer o no, proyectamos nuestras frustraciones o ilusiones sobre nuestros pequeños, remando en ocasiones en sentidos opuestos, y sin darnos cuenta, que a nosotr@s en su momento, nos gustó o hubiese gustado que respetasen nuestros deseos, de decidir sobre nuestra dirección.
Es por esto, por lo que me temo que tenemos la obligación de reflexionar, sobre los hij@s que tenemos, en lugar de los hij@s que queremos tener.
Tanto en niñ@s como en adolescentes la CONFIANZA y el RESPETO, son dos virtudes que debemos de trabajar y fomentar, primero con el ejemplo como modelos que sabemos, inconscientemente tenderán a imitar, así como por la importancia que las mismas tendrán a lo largo de su camino.
En general creo que una de las virtudes o valores que como ACOMPAÑANTES del camino, debemos de tener siempre presente será la PERSEVERANCIA, ser constante y claros, ayudará a nuestros hijos a tener ellos también las cosas claras.
Verbalizar una cosa y actuar de manera contradictoria les equivoca y nos estamos auto quitando nuestro “poder” o razón.
Y aquí aparecen las diferencias en la pareja a la hora de educar, no siempre opinamos igual, y así debemos de constatarlo a nuestros hij@s. Ellos tienen la capacidad de adaptarse a las normas, dependiendo de quién esté al cargo de la situación en ese momento. Está bien el consenso, así como también lo está, que a pesar de las diferencias de opiniones, con respeto la convivencia es posible e incluso es enriquecedor, tener diferentes puntos de vista y matices.
Tal vez te pueda frustrar, que acudas a una charla-coloquio en busca de una fórmula magistral, y resulte que la receta la llevas en tu ADN… LA CALMA.
Si, la CALMA. Tu paz interior, el estar tranquilo contigo mismo o lo más tranquilo posible, para afrontar lo más dignamente las rocambolescas situaciones que se pueden dar al atravesar la puerta de tu casa y reencontrarte con tus hijos que llevan horas sin verte.
Estamos tan habituados a funcionar en modo Auto por nuestras vidas, que es raro pararse por un momento a pensar, analizar situaciones del día a día… pequeñas cosas, que son las que luego te ponen los pelos de punta en una ponencia, que te remueve por dentro… los minúsculos detalles, pequeños gestos que marcan grandes distancias.
Pero si esperamos a que se solventen por si solas, o sea otr@ el que tenga que venir a resolverlas, tal vez algo irrelevante se convierta en algo más transcendental e importante.
Es por tanto, que lo primero siempre será aceptar, que nuestras estrategias no nos funcionan, asimilarlo, y en lugar de poner el grito de frustración en el cielo, retirarnos con nosotros mismos para respirar tranquilo, y tener la capacidad de con la mente algo más despejada, seleccionar una nueva estrategia, que creamos firmemente nos va a ayudar a salir airosos de la situación.
No olvides en cualquier caso, ponerte a su altura, para hablar entre iguales, pero teniendo claro que tú eres el adulto, y que en muchas ocasiones te toca actuar como tal, aunque sería más fácil mirar para otro lado…. Ordenes cortas, sin esperar a replica.
No es cuestión de estar todo el día dando órdenes, porque perderán su valor, y estas deben de ser concisas y claras, sin margen para la duda, aún así aparecerán…. De una en una, consideradas y razonables…
Es importante a la vez que difícil, evitar hacer juicios, es mejor irnos a las evidencias, a lo palpable, a lo que es blanco o negro, y por supuesto, dejarles que se expliquen, que den razones, o motivos.
Para complementar, sustituirlas o ayudar, podemos usar el elegir entre OPCIONES, que una vez seleccionada, se debe llevar a cabo sin vacilación… el niño lo ha elegido… por dar una orientación, preferible dar a elegir entre 3 opciones si es factible.
Me dejó muy probablemente muchas cosas en el tintero, pero me parecía bonito compartir esta mi pequeña reflexión-resumen de las 3 horas de charla-coloquio que por gentileza de la Escuelas de madres y padres en estrecha colaboración con el Exmo. Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, nos han brindado a las madres y padres que hemos deseado asistir a este XXI encuentro anual, de la citada Escuela #ciudadeseducadoras.
Agradecer también a la ponente Alba Castellví (@Alba_Castellvi) sus conocimientos y experiencias personales compartidas.